martes, noviembre 01, 2011

Cricket, bridge, sirope

Uno de los grandes problemas que atañen a la sociedad de nuestro siglo, es la notable ausencia de señoras mayores con las que poder establecer una apasionante partida de bridge. O una partida, a secas. Tras pasar más de catorce años estudiando el reglamento y alcanzar un óptimo estado teórico de la cuestión, uno se topa con la cruda realidad de no poder llevar a la práctica sus conocimientos sobre la materia. Y es que resulta tremendamente dificultoso poder llevar un modo de vida británico en una cultura y nación diferente en la que uno se encuentra. La cuestión del bridge es sólo una muestra. Mantenerse informado sobre los resultados deportivos de cricket resulta toda una aventura en cuanto a la escasez de establecimientos que ofertan The Times, el cual además, cuando se encuentra, lo hace a precio de cubata. El excelente te de la marca Twinnings es posible hallarlo en algunas grandes superficies donde malvive rodeado entre pilas de cajas del insulso Hornimans.


Se también de seres que pretenden llevar un modo de vida propio de Ontario. Ya sabrán la dificultad de encontrar buenas pistas de curling y que el sirope de arce que pueden adquirir está básicamente algo adulterado y fabricado en Vermont, que por supuesto, no está en Canadá.