viernes, febrero 29, 2008

Soplos de vida

Si hubiera sido escritora, bastaría quizás con tener una papelera a mano, pero como poseía la categoría profesional de sopladora de vidrio, cada vez que incurría en algún error en su tarea, no tenía más remedio que dirigirse hasta un contenedor de color verde para desechar su fallida obra. Y es que está de sobra demostrado, que hay veces en que la amistad con un faquir facilitaría mucho las cosas.
Claro que, conformarse con soplar vidrio cuando lo que se ansía realmente es dominar el mundo, debe saber a poco. Y como todo el mundo bien sabe, la manera más rápida y accesible de tiranizar al resto del orbe es concebir un capaz ejército de marionetas a las que poder controlar con la mente. Geopolítica del guiñol, que lo llaman.

viernes, febrero 22, 2008

Pericles no es vodafone

Llevo semanas intentando adquirir una vivienda cercana a la región donde residió el por muchos admirado Pericles, pero me cuentan que en la Acrópolis están los pisos por las nubes. Y eso que según lo que he leído aquello está prácticamente en ruinas, con lo que el gasto que desembolsaría en mano de obra sería considerable. Aparte claro está de la humedad del territorio por la proximidad del Egeo. Ya me veo pintando las paredes cada dos meses.
Será que uno echa algo de menos los tiempos de discusión y debate en el ágora, cuando la tecnología apenas era sólo una palabra y la comunicación una realidad.
Porque ya sabemos todos que la técnica, los avances, hacen nuestra vida más práctica, pero también mucho menos participativa.
Como muestra, una botonadura. No hace demasiado tiempo que, cuando uno se prendaba pupilarmente de una persona del sexo opuesto o no, esperaba a percibir su timbre de voz, su expresión y con suerte su elocuencia, para que esa magia se pudiera ver irremediablemente resquebrajada. Ahora no. Basta hoy día con advetir la desapacible polifonía de su receptor telefónico portátil para salir huyendo.

sábado, febrero 16, 2008

Pirotecnia

Como a día de hoy no existe aún ninguna máquina del tiempo, cuando me invade la añoranza y el sentimiento de anhelo de la edad media, normalmente corto la luz de mi hogar y cierro la llave de paso del agua. Acto seguido busco un objeto adecuado para obtener algo de iluminación, lo que se traduce en buscar velas a oscuras por toda la casa como un carajote. Después, bajo por la escalera hasta la calle con un par de cubos y los lleno de agua fresca en una fuente de esas de botón. Subo de nuevo la escalera y ya una vez en casa, entro en plena catarsis con el medievo. Lo malo es que de vez en cuando, la telefonía móvil se muestra insultante por un descuido y lo fastidia todo. Al garete la catarsis y el medievo.
Por cierto, todo un mundo esto de la telefonía móvil. El mío en particular, que acostumbra a permanecer bastante desnutrido, cuando está hambriento acostumbra a hacerlo a través de un señor de voz muy desapacible. ¿Qué fue de aquella señorita que se dirigía a mi con amabilidad? Siempre me muestro tentado a desnutrirlo del todo, a llevarlo a la completa inanición. Ansío conocer que hay más allá del hombre de timbre desagradable, ¿Quizás un tigre de Bengala?. Espero que no. Nunca fui un apasionado de la pirotecnia.

viernes, febrero 08, 2008

Quo Vadis

Se ha hablado mucho últimamente de la importancia del pan de higo en la llamada "sociedad del conocimiento". En concreto, el interés por el receptáculo carnoso de la higuera desecado y prensado con almendras comenzó con la celebrada máxima atribuída al profesor Morgan Sibiesky -"si pan equivale a sociedad e higo a conocimiento, entonces el pan de higo se revela fundamental para el desarrollo de la sociedad del conocimiento"-, frase pronunciada por él mismo ante una múltitud enfervorecida a la par que hambrienta. Los puristas como Peter Druker no se lo tomaron muy bien.
A pesar de no contar con la bendición de los grandes intelectuales, el higo se ha ido evidenciando como indispensable en el proceso de humanización de la sociedad a través sobre todo de su contribución a la tecnología de la información, por encima incluso de su aporte energético en el uso tradicionalmente dado en forma de fruto seco.
El auge del segundo fruto de la cosecha de la higuera ha traido inevitablemente consigo el intento de otros productos estrechamente relacionados, del que la breva es el más representativo sin duda, aunque no se ha consolidado ni mucho menos como una alternativa fiable.
Gracias a la fama obtenida por su intelectual aporte, le fue concedida al preceptor Sibiesky la presidencia de la comisión investigadora constituída al efecto cuyo objetivo más inmediato era pretender explicar de manera motivada, las razones por las cuales habían ido abandonándose ciertos hábitos y costumbres sociales que en un tiempo no muy lejano se evidenciaban fundamentales.
El comité de expertos fue constituído por libre designación a cargo del mencionado doctor entre eruditos que disfrutaran de un amplio conocimiento acreditativo en la materia, descartándose como válidos los f.p.o. de trescientas y nosecuantas horas. La comisión, contando finalmente con un número de 200 miembros, decidió celebrar sus reuniones en un recinto escalonado construído para la ocasión, siendo imprescindible la concurrencia de sus componentes en túnica blanca, a la manera senatorial. Si uno es intelectual, que menos que parecerlo, debieron pensar. El quórum mínimo para la asamblea se encontraba en la calle ancha.
Las reuniones tuvieron lugar durante los meses de julio y agosto, de manera que el uso del manto como ropaje fue tomado en corto plazo como un gran acierto. Los elogios fueron para Sibiesky, que pocos días antes de dicha proposición de vestimenta confirmó que había visto Quo Vadis en la televisión pública. Algunos le tacharon de ser persona fácilmente influenciable.
Finalmente, el documento publicado de manera oficial, comenzaba con una exposición de motivos que contaba con diez puntos básicos en los que era habitual el uso de la coma. A continuación, el escrito recogía toda una serie de hábitos, prácticas y costumbres que se estimaban se estaban relegando al olvido, o que directamente habían desaparecido. En la lista, que se componía de millares de términos destacaban entre muchos otros los siguientes: el uso del sombrero, el kárate como actividad extraescolar, el boniato al horno, los artistas del hambre, el andar al revés, los niños con churretes, las piedras en las lentejas, la ventriloquia... . La publicación concluía con la resolución en la que se abordaban los motivos de este abandono, que constituía el verdadero fruto de los meses de trabajo de la comisión. La disposición contaba con un único punto y una sola oración: Todo se pierde.

viernes, febrero 01, 2008

Pregones


... Pero ya que los gaditanos me habéis concedido
el más alto honor de mi vida,
ser pregonero del carnaval,
yo quiero decir que he venido a Cádiz
por tres razones:

Primero, porque en Cádiz hay que mamar,
segundo, porque en Cádiz hay que mamar,
y tercero, porque en Cádiz ¡hay que mamá!

¡Esto es carnaval!

Tartesos, fenicios, griegos,
cartagineses, romanos, árabes,
chicucos de las tiendas
y gallegos del freidor:

¡que os pique un pollo!

Buenas noches por haber venido
dioses del falo y la ebriedad
claras vestales de la noche

Buenas noches,
tunantes y caninos
mangantes reconvertidos
Buenas noches,
señoritos y parados,
eunucos y esclavos,

¡Este es el carnaval de Cádiz!

¡Arde la historia!
¡baila la civilización!
¡Grecia se pone el plumero!
¡Hércules manda a por tabaco a los leones
y se pone a tocar el pito! ...



Jesús Quintero, 1984