viernes, febrero 22, 2008

Pericles no es vodafone

Llevo semanas intentando adquirir una vivienda cercana a la región donde residió el por muchos admirado Pericles, pero me cuentan que en la Acrópolis están los pisos por las nubes. Y eso que según lo que he leído aquello está prácticamente en ruinas, con lo que el gasto que desembolsaría en mano de obra sería considerable. Aparte claro está de la humedad del territorio por la proximidad del Egeo. Ya me veo pintando las paredes cada dos meses.
Será que uno echa algo de menos los tiempos de discusión y debate en el ágora, cuando la tecnología apenas era sólo una palabra y la comunicación una realidad.
Porque ya sabemos todos que la técnica, los avances, hacen nuestra vida más práctica, pero también mucho menos participativa.
Como muestra, una botonadura. No hace demasiado tiempo que, cuando uno se prendaba pupilarmente de una persona del sexo opuesto o no, esperaba a percibir su timbre de voz, su expresión y con suerte su elocuencia, para que esa magia se pudiera ver irremediablemente resquebrajada. Ahora no. Basta hoy día con advetir la desapacible polifonía de su receptor telefónico portátil para salir huyendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He quedado prendado con la expresión "como muestra una botonadura". Me la apunto.

Anónimo capelliano (gran comparsa de Quiñones)