Tenía que dirigirse con tal caracter de urgencia a la nación a la que representaba, que sus asesores no habían dispuesto del tiempo necesario para elaborarle el discurso, de modo que no le quedaba más remedio que improvisar.
Se consideraba un tipo preparado, no cabía duda, pero pocas veces antes le habían asaltado tal sensación de nervios e inquietud como en ese justo momento. Se repitió varias veces a sí mismo que todo era cuestión de mentalizarse, de saber encontrar las palabras adecuadas.
Una vez llegado el momento, ya situado en la tribuna, cerró los ojos y las palabras salieron de su boca de una manera casi mágica:
... doble axel ... flip ..... triple lutz ..... loop ....... vértigo en ángel .... russian split ..... axel invertido ...... doble salchow ..... impresionante ...... salto árabe ...... .
Al fin y al cabo, consideraba la política como algo provisional, ya que siempre había soñado llamarse Paloma y ser comentarista de patinaje artístico.
2 comentarios:
Realmente tremendo. Sin palabras me quedo... Nos veremos en los tableros de Backgammon (de madera, por supuesto)
El Backgammon si no es en madera es un poco como Schopenhauer. Que si no se comenta en alemán pierde mucho.
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