jueves, octubre 25, 2007

El primo de Colombo


Decía recientemente uno de vuestros políticos, al ser encuestado sobre cierto problema global, algo así como "Pues oiga, mi primo que es físico me ha dicho que... ". Inevitablemente, al oir esto me acordé de Peter Falk. Es decir, del teniente Colombo. Y más en concreto, del primo de Colombo. ¿Que quién es el primo de Colombo? Empecemos por el principio.

El teniente Frank Colombo, ese detective destartalado, de apariencia torpe y despistada, de eterna gabardina y libreta con puro a medio terminar, era lo que se conoce como un tipo listo. Su genialidad radicaba en su estética de antihéroe, de tipo incapaz de resolver nada y mucho menos un asesinato. Su aspecto desaliñado, su provocada torpeza y su ruinoso peugeot 403 hacían que el sospechoso se confiara, siendo más proclive a cometer un fallo en un momento dado que acabará delatándolo. Porque Colombo acudía una y otra vez al sospechoso, era lo que se conoce vulgarmente como un auténtico coñazo, apuntando datos en su libreta sin parar, datos que parecen que nunca le van a llevar a nada en claro y cuando el tipo en cuestión respiraba aliviado por lo que parecía la marcha definitiva del teniente, éste volvía finalmente sobre sus pasos y con rostro confuso soltaba aquello de "Ah, casi se me olvidaba mencionar un detalle..." Ahí se acababa todo. Pues no era tan tonto, pensarían entonces los criminales, que estos si que se quedaban con cara de idem.

En la averiguación de los delitos, Colombo no estaba solo. Su mujer jugaba un papel muy importante. Y su primo, claro está. Porque eran estos dos personajes los que realmente le aportaban el detalle que a la postre sería decisivo en la resolución del caso. Y es que en sus múltiples conversaciones con los sospechosos en cuestión, la mujer del teniente, su mujer y el primo, su primo, siempre tenían algo que decir indirectamente. "Ah, mi mujer tenía uno de esos...", "¿Sabe qué?, tengo un primo que es biólogo y me ha dicho que..."

Nunca salieron físicamente en la pantalla ninguno de los mencionados familiares, de los que se duda acerca de su existencia. Sin embargo, el político -al que sólo le debo que me hiciera recordar al teniente- es real como la vida misma. Su primo no lo sabemos, pero personalmente, prefiero escuchar las opiniones de la mujer y del primo del detective.

3 comentarios:

Vórtice Marxista dijo...

"Como tener un tío en Graná"

Aplaudo nuevamente el relato. Sépase desde ya (o desde antes de ya si lo prefiere) Santo de mi devoción.

Agregado a mis links de "blogs amigos".

Pura formalidad y regocijo de poder acceder más rápido a consultar sus novedades.

Abrazo.

Diógenes dijo...

Pues gracias, hombre

alvakai dijo...

el primo de Colombo es el Luiti.