viernes, enero 25, 2008

Daily Cádiz

Corría el año 2004, mientras yo caminaba sin demasiada prisa. Ese año desembarcaba en nuestra ciudad la prensa gratuita de carácter sensacionalista. Hacía su entrada triunfal "Viva Cádiz" y sus maravillosos titulares de corte alarmista que, desde entonces y hasta día de hoy, nos siguen enamorando como el primer día.
Y es que "Viva Cádiz" vino a llenar un hueco importante. La cavidad destinada al hazmerreír cotidiano, al esperpento contínuo, al sinsentido de hoy, mañana y pasado. Entrañable híbrido heredero del efectista "The sun", del agorero "El caso" y del truculento magacín televisivo "Gente".
Gracias a una gran labor de hemeroteca, un poco más abajo tienen algunas de sus informaciones más celebradas. No se si habrán logrado los objetivos marcados, pero algo sí que han conseguido. Somos muchos los ciudadanos que evitamos cruzar por la calle José del Toro.



El último pato del parque se resiste a ser desalojado: Los patos fueron trasladados al Antiguo Hospital Militar, pero él sigue allí y se resiste a marcharse... Agazapado entre los matorrales, sólo sale de vez en cuando para darse su paseo por el estanque, quizás recordando los tiempos de esplendor de la cascada, y para volver a descansar cerca de la valla, un lugar hasta el que los más nostálgicos siguen acercándose cada mañana a darle de comer y desde el que, seguro, tantas y tantas fotos de boda y parejas de enamorados habrá visto pasar.



Le arrojan un cubo con diarrea en José del Toro: Ayer llovió diarrea en la calle José del Toro. Un individuo la arrojó, presuntamente, desde el número 8 de dicha calle, en el mediodía de ayer, en una hora en que el centro se encuentra plagado de viandantes, con tan mala fortuna que cayó sobre una persona que en ese momento pasaba por allí... Una mujer que en ese momento se encontraba en la acera afirmaba que "lo han vuelto a hacer, lo han vuelto a hacer"... .

Un francotirador y detonaciones ponen en vilo a los Delfines: Varios sucesos en un principio inconexos y extraños interrumpen la tranquilidad que normalmente reina en los edificios de los Delfines. Por un lado, un vecino del bloque 8 ha presentado una denuncia después de que un francotirador le disparara un perdigón mientras cenaba tranquilamente con su pareja en la terraza la noche del lunes. Por otro, se llevan escuchando petardos de forma constante los últimos días, y ayer una detonación fue el remate porque llamó la atención hasta en la playa...

Dos chicas se quedan encerradas en un restaurante chino: Dos jóvenes permanecieron encerradas dentro de un restaurante chino durante más de una hora... Según relató ayer una de las jóvenes, “entramos a comer muy tarde y sobre las 16.00 horas, cuando ya habíamos terminado el almuerzo, entramos las dos juntas en el baño”... “Cuando salimos del baño vimos todo oscuro y empezamos a buscar al personal del restaurante. Para nuestra sorpresa allí no había nadie. ¡Nos habían dejado encerradas!”... Además, garantiza que “cuando salimos vimos que nadie había recogido nuestra mesa, estaba todo sin recoger, con el postre tal como lo habíamos dejado. Eso es señal de que no tardaron nada en salir, porque ni siquiera limpiaron... El policía que nos atendió por el teléfono fue muy simpático y para tranquilizarnos nos decía de broma que nos tomáramos un licorcito de lagarto”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al día siguiente de la primicia del pato venía en portada una noticia que decía textualmente:
"Aparece la pareja del pato rebelde que se resiste a ser trasladado fuera del parque Genovés"

El pie de foto de los dos patos rebeldes era:

"Los dos, tan felices"

Maravilloso periódico...

Anónimo dijo...

Poesía palmípeda, sin duda.

Indigo dijo...

Hay un sitio en la red que publica "noticias locas" que le hacen mucho honor a su nombre. Una de las mas memorables, es de una vieja china de 75 años de edad, que se asomaba al balcon a preparar unos asaditos en una parrilla de carbón. Y la doña hubiera pasado por desapercibida de no haber sido que cuando asaba, lo hacía "topless" para el asco y el desmayo de los peatones. La excusa invariable ante la policia era que las mujeres en China a cierta edad, dejan de ser objetos sexuales.