1.Que no se puede considerar deporte a un ejercicio que no incluya un desplazamiento.
2.Que para que un ejercicio pueda llegar a la categoría de deporte, debe existir en éste un mínimo de competitividad así como un reglamento establecido.
La reacción a los sucesos de Brooklyn no se hizo esperar. Fue el reverendo T.S. Brown, perteneciente a la iglesia metodista, quien abrazó decididamente la causa estática. El reverendo Brown, se convirtió de esta manera en el mejor defensor y cliente del deporte estático, siendo famosos sus discursos ácidos contra el deporte convencional, declamados desde el púlpito de su propia iglesia, llegando incluso a imponer la estática en la eucaristía, como medida ejemplar.
La situación era cada vez más tensa, llegando incluso a empeorar con la llamada crisis de los abdominator, en la que miles de ciudadanos se deshicieron de sus aparatos de ejercicio estático abdominal, arrojándolos literalmente por la ventana.
Por otro lado, el arrojo del padre Brown, le llevó a convocar la exitosa marcha estática de 1.991, en que miles de simpatizantes del deporte estático, se manifestaban desde sus propios hogares y pedaleando en sus bicicletas estáticas, lo que llevó a una escisión dentro del seno de la iglesia metodista, dividida a partir de 1.992 en iglesia metodista estática e iglesia metodista dinámica,
cada una, claro está, con sus propios dogmas de fe.
En los últimos años, los seguidores del padre Brown, (fallecido recientemente de un paro cardíaco) han continuado su lucha, llevando la cuestión estática a un alto nivel de organización y seriedad, con la inminente creación de la F.D.E. (Federación de Deporte Estático) cuyo objetivo último es hacer del deporte estático una modalidad olímpica.
Hoy día, numerosos deportes no reconocidos como tal, y de carácter eminentemente estático, piden ser reconocidos dentro de la futura F.D.E. , estando centrado actualmente el debate en el posible reconocimiento de el pollito inglés como deporte estático...
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